La aportación de la sanidad privada ha sido fundamental en la primera ola de la pandemia y por supuesto lo está siendo ahora en la segunda ola. Hemos atendido un 20 por ciento de pacientes con coronavirus. A grandes rasgos, sin esa aportación del sistema sanitario privado, gran parte de esos pacientes no hubieran podido ser atendidos. Si la sanidad pública no podía atender lo que llegaba, ¿qué hubiera ocurrido de recibir 25.000 pacientes más?”, ha argumentado el presidente para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS), Juan Abarca Cidón.
La colaboración público-privada ha funcionado desde el primer día como una, cuando habitualmente funcionan de forma paralela. Por primera vez, el sistema ha funcionado pensando en el paciente. No en intereses profesionales o políticos. Es una prueba de la potencialidad del sector”.
El secretario general del IDIS, Ángel de Benito, ha señalado que “en la pandemia ha sido evidente que la colaboración público-privada en sanidad funciona. No queremos la mejor sanidad privada. Queremos la mejor sanidad en general”.
La directora general del IDIS ha ido desgranando algunos de los datos del informe referentes a la actividad del sector sanitario privado. “El 30,5 por ciento de las actividades quirúrgicas las lleva a cabo la sanidad privada. Los tiempos medios de espera para la realización pruebas complementarias sigue por debajo de 11 días, y la atención en Urgencias en menos de 90 minutos”.
“El tiempo global de una intervención quirúrgica desde el diagnóstico es de 30 días. En diagnóstico y tratamiento de Oncología, 16 días, y la atención con un especialista se produce en dos semanas”.
Villanueva también ha destacado el hecho de que el 84 por ciento de los mutualistas elige la sanidad privada para recibir atención.
